BOCHORNOSO, LAMENTABLE, INDIGNANTE...
¿Cómo reaccionar ante la violencia en la zona infantil?
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Acabo de ser protagonista, muy a mi pesar, de un hecho bochornoso y lamentable.
Mi hijo juega en la zona infantil como siempre. Como siempre, de vez en cuando echo un vistazo para controlar que no haga trastadas ni participe en ningún alboroto. Observo que otro niño mayor se está enzarzando con él. Les llamo la atención para que no sigan. No deja de ser una de tantas peleas de niños. Aunque uno de ellos sea claramente mayor que el otro, no deja de ser nada más que eso. Ante mi asombro, lejos de dejarlo, el otro niño vuelve con una raqueta de tenis y le golpea en la cabeza. Esta vez con le llamo la atención de modo más vehemente. Tampoco sirve y veo como le da con el marco de la raqueta en la cabeza con mucha fuerza. No es la primeran vez que sucede. Los protagonistas han sido siempre los mismos y mi hijo es el menor siempre ha jugado el papel de agredido por el mayor.
He bajado y he roto la raqueta para que no volviera a suceder. Le he explicado al niño muy pacíficamente y con buenas palabras que eso no es un arma y que no debería utilizarse nunca para agredir a otro.
Su padre (a quién no había visto nunca en ningún sitio y menos en la zona infantil pendiente de sus hijos), parece que también está dispuesto a darle el mismo uso a las raquetas. Me ha llamado, y ante mi ofrecimiento para explicarle lo sucedido, ha intentado agredirme en repetidas ocasiones con la raqueta (con la misma que yo he roto infructuosamente para demostrar que no debe ser nunca una arma) Delante de todos los niños, de sus hijos y en el mismo lugar destinado a juegos y entretenimiento ha estado retándome para iniciar una pelea con empujones, insultos y amenazas. Claro está que en ningún momento me ha preguntado por la cabeza de mi hijo que ha recibido los golpes de su raqueta.
Mi naturaleza pacífica y enemiga de violencias me ha hecho tragar saliva y pedirle de manera reiterada que no diese ese bochornoso espectáculo delante de los niños (de sus hijos, el mío obviamente ya no estaba) y del resto de vecinos.
Estoy seguro de haber hecho las cosas bien. No me imagino una pelea barriobajera entre vecinos en la casa donde vivo. Confieso que en algún momento me han entrado ganas de responder. Pero seguro que si lo hubiera hecho estaríamos ante un suceso muchísimo más grave. Y no estoy dispuesto a eso. No concibo ese ejemplo para los pequeños.
Aún así me cuesta comprender que alguien entienda las cosas de manera tan radicalmente opuestas a como las entiendo yo.
Una reflexión en serio y otra en broma (después de lo sucedido creo que viene bien una broma):
En serio. Si mi hijo sube y me dice que le han roto la raqueta y me entero que ha sido por utilizarla como arma sobre la cabeza de otro niño, lo primero que hago es reprender muy en serio a mi hijo. Luego voy a ver al niño agredido.
En broma. Aunque sabemos que el tamaño no importa, hace falta ser inconsciente, temerario...o tremendamente violento para amenazar y retar a una pelea a un tipo que te dobla en envergadura. Aquí el violento y amenazante es el más bajito. Eso sí, iba armado con una raqueta de tenis.
Espero que los niños que han visto la lamentable escena olviden pronto ese uso tan poco apropiado para las raquetas de tenis.
No pretendo generar polémica. Simplemente me avergüenza el lamentable espectáculo y creo que contándolo puedo contribuir a que no vuelva a repetirse.
Saludos.