Sí lo son, sí...
Son una vergüenza, no ya por la falta de seriedad en los plazos, sino sobre todo por la torpeza gratuita de mentirnos (sí, mentirnos, pues esto no es otra cosa).
Es una forma muy triste de llevar un negocio, pues si hubieran ido informando hubiéramos probablemente tomado otras decisiones y a ellos les habría dado lo mismo. De esta forma al menos conmigo han perdido cualquier margen de maniobra. No tengo ya la menor confianza en ellos y no pienso pasarles ni una.
Desde luego a ellos les da igual.