Os pongo la carta que mandé y que es de lo que hemos hablado:
(Con los nervios no he explicado bien lo de las persianas, pero bueno...)
Me llamo Lucia, soy adjudicataria de una vivienda de la EMV, promoción el águila-alcatel, entregada en febrero de este año.
El ayuntamiento está publicitando a través de su pagina Web el ahorro que vamos a tener con la instalación de calefacción y agua caliente sanitaria que se supone que han puesto en nuestras viviendas (hasta un 54 % de ahorro), dicen haber colocado placas solares para conseguir tal ahorro energético.
Lo grave del caso es que TALES PLACAS SOLARES que dicen haber instalado NO EXISTEN, y en el contrato que se nos ha hecho firmar con la empresa instaladora del sistema de calefacción, se afirma de nuevo que nuestra instalación tiene aporte solar térmico.
Ante las reclamaciones de los vecinos la EMV se lava las manos.
Yo me pregunto: ¿Habrá recibido la EMV una subvención de la unión europea a través de ICO-IDAE, como pasa en muchas otras promociones, para instalar energías renovables en nuestra promoción? Si es así, ¿dónde se ha quedado ese dinero?
Por otro lado, mientras el Ayuntamiento de Madrid en ese mismo folleto publicitario, dice pretender ser un modelo a seguir dentro del campo de la arquitectura sostenible, nos entrega las viviendas sin persianas, ni sistema de protección solar alguno, en las ventanas del salón y cocina, la mayoría de ellas con orientación oeste y sur.
El calor asfixiante que produce el efecto invernadero en los vidrios de unas ventanas que recorren el salón y la cocina todo a lo largo, podía ya notarse desde el mes de marzo, y eso que este año no ha hecho mucho calor en primavera.
Lo más grave de todo, es que la EMV no sólo no pone ningún sistema básico de protección solar pasiva, como persianas, contraventanas, brise-soleil, toldos, etc… uno de los principios básicos de la arquitectura sostenible, sino que su respuesta ante la solicitud de los vecinos de poder ponerlas a su costa, es la de que se va a negar, ya que la fachada ha sido premiada y no se puede tocar.
Y ¿qué pasa con los que tenemos que vivir allí?, ¿tendremos irremediablemente que instalarnos aire acondicionado y ponerlo a tope desde que aparezca el primer rayo de sol primaveral, para poder mantener la fachada intacta?
Es verdad que la calidad arquitectónica de la promoción es muy buena, comparada con mucho de lo que se construye hoy en día, pero, ¿que pasa con el derroche energético que supone un aire acondicionado que podría evitarse simplemente con la instalación de una persiana, que por otra parte, no alteraría nada la configuración estética de la fachada premiada? ¿Es realmente esto arquitectura sostenible, como dice el ayuntamiento de Madrid?