http://www.gacetaslocales.com/madrid/s02/inf.1.big.jpg La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y su consejero de Transportes e Infraestructuras, Francisco Granados, saben que el tiempo vuela. Los seis meses perdidos por la crisis de la Asamblea obligan a pisar el acelerador para poder cumplir las promesas electorales.
Uno de los compromisos más importantes fue el de construir 60 nuevos kilómetros de Metro. Esta semana se han presentado 15 proyectos, cuyas obras comenzarán entre marzo y octubre de 2004.
Los datos, como es habitual en proyectos de este calibre, son abrumadores: 72,7 kilómetros –12 más de los previstos–, 3.700 millones de euros, 81 nuevas estaciones, 50.000 empleos entre directos e indirectos, 730.000 madrileños que se beneficiarán de los nuevos trazados y un largo etcétera. Zonas que llevan años reclamando este servicio –Villaverde, la Elipa , Pinar de Chamartín, Alameda de Osuna…– verán por fin satisfechas sus demandas. Los PAU de Sanchinarro, Las Tablas y Montecarmelo y el Ensanche de Vallecas también dispondrán de Metro. Entre las novedades se encuentra el Metro ligero, en superficie, que llegará hasta Boadilla, Pozuelo y Navalcarnero.
Pero este proyecto cuenta también con algunas sombras. La prolongación de la linea 11 hacia Carabanchel Alto resulta insuficiente, no resuelve las necesidades de este barrio y se olvida, incomprensiblemente, del PAU de Carabanchel. Además, no se soluciona el déficit de conexiones que tiene actualmente MetroSur con la red de la capital.