No creo que sea así, gracias a dios tenemos una escalera muy tranquilita, lo que es de agradecer.
Esta última vez, cuando me asomé no estaba la luz encendida, lo que me pareció muy raro. Y me pareció distinguir en la oscuridad como si hubiera alguien, pero con la luz apagada a saber si no eran cosas mías, y cualquiera abre la puerta.