Yo no he entrado. He preguntado a los obreros y me han dicho que hable con un tal Ramón, que es el jefe de los obreros. A este Ramón le he dicho cual era mi vivienda, él ha subido a comprobarlo y, efectivamente, me ha dicho que no tenía terraza (además, se ve desde fuera) y al enseñarle los planos del piso se ha quedado a cuadros. Me ha remitido a Progar, y ahí estamos, en la lucha.
Yo no quiero perjudicar a nadie, pero voy a luchar por lo que tengo firmado hasta el final.