Me he levantado con la misma idea que anoche ; es decir, que unas cuantas personas no pueden dirigir en nombre de todos, y menos sin avisar.
No es que moleste o deje de molestar la maquinita, sino que se trata de la forma de actuar que, en esta ocasión, como en otras, deja mucho que desear. Me imagino que en próximas reuniones ; aparte de tratarlo por aquí virtualmente, se traerá a colación este tema por el bien de todos, porque empezamos por aires acondicionados que se instalan al libre albedrio, seguimos con máquinas de refrescos, y al final terminamos con que yo mismo pongo una barbacoa en la hierba para zamparme algunas chuletas en verano y, de paso, que no se me llene la casa de humo.
En resumidas cuentas y como diría el ínclito y desvergonzado Trillo: ¡Manda huevos!.