Los vecinos de arriba
¿Cómo lidiar con los vecinos de arriba que arrastran muebles constantemente?
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Artículo de Israel de la Rosa.Interesantísmo para todos. Especialmente para los que nunca se lo han planteado...
´Es preocupante que el precio de la vivienda comenzara a dispararse hace unos años y que ahora sea tarea de locos adquirir doce metros cuadrados en propiedad. Es triste, también, e insoportable, que el precio del alquiler haya alcanzado semejantes niveles de imposibilidad. Además, cuando se habla de vivir, de asentar uno la vida en un agujero de ladrillo y escayola, únicamente se sopesa este inconveniente insalvable de los precios inflados, y, por ende, la dificultad de afrontar un préstamo. Lo demás llega a resultarnos secundario, es decir, el entorno, que no es precisamente moco de pavo: el tipo de barrio, la boca de metro, la parada del autobús, el centro comercial, el colegio de los niños, la academia, el videoclub, el herbolario, el bar donde echar una tapa, la piscina, el gimnasio, el ambulatorio, la oficina de correos Y los vecinos. Los de arriba, especialmente.
Hay muchas clases de vecinos de arriba, y, dependiendo de su calaña, así nos luce el pelo. Están los vecinos de arriba con niños pequeños: bota bota la pelota, pom pom pom, bota bota calvorota Se menea la lámpara del salón, la tele vibra, el grifo de la ducha oscila y el cepillo de dientes brinca del vaso, y los nervios se empinan como chuzos. Están los musicales: dale caña al loro, chimpún, chimpún, nene, que son las doce de la noche, da igual, chimpún, chimpún Se nos quiebra el sueño y la calma, el estómago se agria y el corazón se nos pone al trote. Están los del grito pelao, los peleones, los vecinos de arriba con adolescente y portazos, los cantantes frustrados, los futboleros, los del coito ruidoso, los que riegan las macetas sin mirar abajo, los vecinos de arriba con perro aullador nocturno, los que sólo calzan tacones, tocotró, tocotró, los que ven la película a todo gas, los que atienden el móvil a las tres de la mañana, los vecinos de arriba con bebé, los del bricolaje dominguero, los de la abuela sorda y los del abuelo con bastón. Pero existe una ralea de vecinos de arriba que destaca por ser la más insufrible de todas: la de los que arrastran los muebles sin cesar. Es una estirpe inmunda de alienígenas que vive de puñetear al de abajo. Arrastran la cama, el armario ropero, la mesita de noche, la silla de la cocina, el frigorífico, el mueble del televisor y la mecedora. Por arrastrar, arrastran hasta la lengua y los cuernos. Durante todo el día. Y al de abajo, que apenas ha empezado a pagar el pisito, se le marchita el alma.´.
Chapó. Solidaridad con los sufridores y evitemos ser los verdugos!.