Bueno, ya estoy en casa.
No he escrito antes pues en Bilbao no tengo tiempo, hay mucho familiar y amigos que no me dejan en paz, son unos pesados.
La visita fue bien, sin problemas, la limpieza me pareció más que correcta, al ir a vivir habrá que limpiar, pero lo normal, también hay que decir que a mí el piso de Girona me lo dejaron lleno de mierda y de pegotes de yeso, estuvimos la mujer y yo limpiando un mes, así que, por comparación, la limpieza de este me ha parecido una maravilla. Los cristales estaban impecables, cosa rara, pues los cristales suelen ser una cosa complicada, lo único en la encimera de la cocina al limpiar parece que lo dejaron mojado, y al secarse quedaron marcas, fácilmente subsanable.
Las paredes tienen, creo yo, una sola capa de pintura, le harían falta alguna más, pero eso en 122 viviendas es mucha mano de obra y eso es caro, pero no estaban mal.
Un vecino me aviso que en su piso había protuberancias en el laminado del suelo del salón, yo miré por toda la casa y lo vi todo bien.
Las persianas y las ventanas, las probé todas y funcionaban sin problemas.
Fallos que encontré, la puerta de abajo del frigorífico, es decir la del congelador, tenía un golpe, vamos que tenía una buena abolladura, sacó foto y dijo que lo cambiarían, no sé si el frigorífico entero, o solo la puerta, tampoco iba el grifo de la pica de la cocina, me explico, ese grifo es de los de tipo ducha, que se saca de donde está, y luego el solo se recoge otra vez, pues no funcionaba el recogerse automático, había que empujarlo hasta la posición de descanso.
El ascensor en el que subimos no andaba muy fino, llegamos al piso y se quedó cerrado, hubo que darle al botón de apertura de puertas, supongo que ya los revisaran antes de que pasen la revisión de industria.