Lobato,
Yo soy ingeniero de Telecomunicaciones y también trabajo en temas de estos y, si bien es cierto lo que dice tu amigo, también te digo que no es lo mismo hablar varios minutos al día (unos más, otros menos) con el móvil que tener una antena que emite 24 horas al día, 7 días a la semana encima de tu cabeza. Además, a nuestra salud no sólo le afecta la radiación (que es verdad que afecta más a los de enfrente que a los que tienen la antena) sino que hay que contar con el campo magnético que genera la antena y el peso que tiene, que no todos los edificios lo aguantan. Como los campos magnéticos no afectan a todo el mundo por igual, hay estudios de universidades que recomiendan que la distancia recomendada entre las últimas viviendas y la antena sea de 60 metros.Aquí en España lo normal es que esté a unos 20-30 m (por problemas de estabilidad debido al viento,...) y la gente de los pisos altos suele quejarse, afectando más a niños y mayores. Además, las antenas no suelen ser propiedad de las operadoras (Orange, Vodafone o Movistar), sino que son de empresas de terceros que se dedican a montarlas y alquilándoselas a las operadoras, por lo que la pasta que dan a las comunidades son una miseria y no suele compensar. De hecho los contratos que te piden firmar son por 10 años, para que no te puedas echar atrás.
Lo que ha ocurrido en otras comunidades de vecinos es que se ponen de acuerdo entre las que son cercanas para que ninguna firme y así no se instale en la zona y no afecte al resto.