Si leeis el arcticulo os dareis cuenta q se trata de una estafa, siempre y cuando no querreis alquilarlo....
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Apartamentos turísticos: sí para invertir, no para residir
SEPA QUÉ SON Y CÓMO ESTÁN REGULADOS ESTOS PRODUCTOS INMOBILIARIOS
SORAYA DE LAS HERAS
Cartel que anuncia una promoción de apartamentos turísticos en una zona de negocio de la capital. / PEDRO CARRERO
Si está buscando casa, probablemente se haya topado con uno de los muchos carteles que han proliferado en Madrid y que anuncian la venta de apartamentos turísticos. Si ha sido así y se ha parado a preguntar su precio, por unos momentos habrá dado por su resuelto su problema de vivienda. No en vano, dichos apartamentos tienen unos precios más bajos que los del mercado. Pero no se equivoque. Este tipo de productos no puede usarse, en ningún caso, como vivienda habitual.
«Es cierto que los compradores están muy despistados. Cuando llaman para interesarse, la gran mayoría no sabe que, aunque compre uno, no va a poder residir allí», señala Oscar Ochoa, director de Promociones de Gilmar.
Esa confusión a la que hace referencia Ochoa tiene una lógica explicación: aunque la teoría dice una cosa, en la práctica sí existen apartamentos que se han vendido como si de viviendas se tratara. Por eso, el propio Consistorio madrileño anunció recientemente que iba a endurecer el control en las transacciones de este tipo de productos.
Más control
«El Ayuntamiento ha puesto en marcha una instrucción para evitar el uso residencial de los apartamentos turísticos. Las licencias para construirlos deberán describir de forma clara su uso y categoría y, una vez inscrito en el Registro de la Propiedad, deberá incluirse una cláusula en la que se hará constar que el otorgamiento de la licencia queda condicionado a mantener el uso de los servicios terciarios en su categoría de hospedaje», según reza en una nota del Ayuntamiento.
Porque el apartamento turístico no es otra cosa que eso: una forma más de hospedaje, similar a la de un complejo hotelero.
Pero, ¿qué diferencia hay entre estos apartamentos y los que sí pueden usarse como viviendas? «Los turísticos son un producto de inversión y, desde este punto de vista, resultan muy ventajosos porque combinan las ventajas de la inversión inmobiliaria con la rentabilidad de los establecimientos hoteleros», dice Ochoa.
«La primera diferencia está en el suelo. Estos apartamentos se construyen sobre suelo terciario con uso hotelero, y no residencial. De ahí, que su precio sea algo inferior», continúa el director de Promociones de Gilmar.
Otra de las señas de identidad de estos productos es el IVA. «Si en la vivienda se cobra un 7%, en el caso de los apartamentos turísticos el IVA es de un 16%, en todos los casos sin excepción», subraya.
«Ésa es la clave fundamental. Hay compañías que aunque informan al cliente de que no están adquiriendo una vivienda, al final cobran el 7%, con lo que, cuando el comprador vaya a deducirse ese porcentaje, Hacienda constatará que se ha cometido fraude». Y es que, ésta es otra de las diferencias. «El comprador de un apartamento turístico no puede deducirse el IVA si no se demuestra que ese alojamiento está alquilado», explica Ochoa.
Y claro, tampoco vale una alquiler al uso. «Estos arrendamientos están regulados por una normativa específica, no por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU)».
Así, en lugar de los cinco años que recoge la LAU, estos alojamientos tienen que alquilarse por días o semanas y, en todos los casos, se gravan con un 16%, cosa que no sucede en los alquiler de viviendas, que no llevan IVA.
«Es fundamental que el comprador tenga muy claro lo que son. Nosotros, en cuanto preguntan, explicamos todas sus peculiaridades y en el contrato adjuntamos la normativa por la que se regulan y cómo pueden alquilarse. Un síntoma de que hacemos las cosas bien son los ritmos de venta. Si los estuviéramos ´colocando´ como casas, los ritmos de venta irían más rápidos, como está sucediendo en otros casos», afirman desde Gilmar.
Rentabilidad
Una vez descartados como vivienda, en lo que sí puede pensar es en adquirir uno como inversión. «Su rentabilidad es mayor que la que se obtiene por el alquiler de una vivienda».
Otra de las ventajas que tienen es que suelen estar gestionados de forma conjunta, con lo que no tendrá que preocuparse de buscar inquilino ni estar pendiente del cobro de las rentas.
«Obviamente un particular puede administrarlo si lo desea, pero lo cierto es que lo normal es que haya una administración única que se encarga de explotar el complejo. De esta forma, todos los propietarios, en función de su cuota participan en los gastos y en los beneficios. «No es un producto nuevo. En Madrid, por ejemplo, existen edificios de apartamentos desde hace mucho», concluye Ochoa.