Hola todos. Claro que la reunión, esa "cálida" reunión en el garaje, no nos garantiza nada. ¡Qué poquita consideración con unos clientes que están hasta los mismísimos! ¿No podrían haber alquilado algún hotel para la charla? En fin. Tal vez confiaban que ese frío iba a apaciguar la mala leche que tiene todo el personal. Pero bueno, seamos positivos. Varias cosas. Los errores, las faltas, las reformas no realizadas, los remates, todos estos asuntos, seamos claros, no creo que se vayan a solventar antes de la escritura. Al menos, los que la gente ha puesto encima de la mesa. De modo que, el que quiera, que exija lo que crea conveniente antes de la firma. Y si la puede alargar hasta enero, un impuesto que se ahorra. Pero una cosa vuelvo a reiterar: el compromiso post-venta es ineludible. Y más les vale que se haga de forma diligente. Yo pienso que ahí está la clave para, al menos, paliar de alguna manera todo este desaguisado. Entiendo que Magenta debe y puede comprometerse de forma eficiente en todos los arreglos. Y si no, ahí están los tribunales. Yo he pasado por diferentes viviendas, y en todas ellas, sin excepción, ha habido flecos y desperfectos que arreglar (algunos de ellos de consideración: baños, atascos en platos de ducha por el yeso arrojado, parqué levantado, humedades, etc) Y por suerte, siempre se han podido solventar. Esperemos que Magenta se lave un poquito la cara, y ofrezca un servicio acorde con la imagen y trayectoria que tiene en otras partes de nuestra geografía. El gerente sí expreso algunos compromisos (aire acondicionado en los dúplex, pintura de fachada, desperfectos en parqué, ...) Que luego se cumplan, el tiempo dirá. Confiemos que el espíritu navideño que se avecina les toque un poquito el amor propio, y solventen toda esta locura que ha propiciado una penosa gestión. Un saludo.