Querida y admirada Gaby:
El malvado luigi, del que ya te habré hablado en otras ocasiones, ha proyectado un asilo en el que encerrarme unos cuantos mensajes más abajo (los críos son así, en cuanto te ven un poco pallá ya te quieren encerrar y olvidarte), de modo que no nos caben las gradas.
Insisto en la conveniencia de que en el descampado de enfrente pongan un centro comercial, o nos moriremos de hambre. ¿Tú has visto hasta dónde deberías andar para comprar una caja de leche? ¡hasta donde están pasados los bichos esos de faunia! Eso o al pueblo (o sea, Vicálvaro).
Bueno, me voy a hacer la comida. Adiós princesa (si yo soy la Reina según tú y según luigi la Abuela, ¿seré la Reina Madre de la cooperativa? JAJAJAJAJAJAJJJJJJJJJJ, PERO QUÉ GRACIOSIIIIIIIIIIIIIISIMA SOY, ME PARTO).
Un beso.