Da mucha vida ver niños y niñas disfrutar y jugar en nuestros espacios comunes, pero que a las24:05 los gritos no paren, y los que trabajamos todos los días no podamos disfrutar de nuestros salones con las puertas abiertas es injusto.
La culpaa por su puesto no es de los chavales es la mala educación de los padres y madres que por no aguantarlos en casa los dejas que molesten a todos los demas.
Me pregunto que se puede hacer, nadie pide toque de queda simplemente pautas básicas de convivencia.
Solo pido disfrutar de mi casa sin tener que encerrarme para no escuchar los gritos.
Alguna propuesta¿?