NUEVOS BARRIOS EN EL DESIERTO
¿Cómo se planifican los nuevos barrios en la Comunidad de Madrid?
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REPORTAJE DEL DIA 3 DE JUNIO EN LA RAZON.
UN SALUDO.
Nuevos barrios en el desierto
Ernesto Villar
Los habitantes de los nuevos barrios sólo tienen un coche por familia, no necesitan carreteras para ir a trabajar, nunca se ponen enfermos y sus hijos no van al colegio. Si usted vive en alguno de los nuevos desarrollos urbanísticos de la región posiblemente habrá llegado a esta conclusión en algún momento al ver cómo surgen casas de no se sabe dónde sin nada alrededor. O al comprobar que en muchas calles no se ha dejado un espacio para que los vehículos aparquen ¬eso sí, las aceras parecen campos de fútbol¬, con lo que uno de los tres carriles está perennemente ocupado. Claro, a nadie se le ha ocurrido pensar que, hoy en día, lo normal es que las familias tengan más de un coche, con lo que una plaza de garaje no soluciona en abosoluto el problema.
Lo peor, sin embargo, empieza cuando se los vecinos de los nuevos barrios se suban a ese vehículo e intenten ir al centro de Madrid. ¿Alguien sabe cómo va a ser capaz la carretera de Burgos de absorber todo el tráfico de los nuevos barrios de Sanchinarro y Las Tablas? Esa misma pregunta hice hace unos días a uno de los políticos que más ha influido en la construcción de estos desarrollos urbanísticos. «¿Habrá algunos problemas en las horas punta?» «¿Algunos problemas. No es que vaya a haber problemas ; simplemente es que la carretera se va a colapsar».
El problema se completa cuando se comprueba cómo los centros de salud se abren mucho después de que los primeros vecinos hayan llegado ya al barrio, o los colegios se empiezan a construir cuando todas las viviendas están ocupadas. ¿Es que no se pueden planificar mejor las cosas?
En esta ocasión, el problema, no hay duda, no atiende a siglas políticas ni a ideología. No se improvisa más por ser del PP o del PSOE, del Ayuntamiento, de la Comunidad o del Gobierno central. Simplemente, se improvisa. Y ya está. En la Comunidad de Madrid se defienden diciendo que no pueden ir variando la planificación de futuros colegios o ambulatorios en función de que los municipios decidan levantar aquí un barrio de 5.000 pisos u otro de 10.000 más allá. Quizás la solución sea que todas las administraciones arrimen el hombro y pongan su granito de arena.