EDICIÓN IMPRESA - Madrid
El Ayuntamiento entregará este mes los 156 pisos del «Mirador» de Sanchinarro
Este hito ha sido creado como un compendio de diferentes barrios, donde cada grupo de viviendas tiene un color y una estructura diferente desde el exterior
JAVIER PRIETO El edificio domina el nuevo desarrollo de Sanchinarro y puede ser divisado desde varios puntos de la ciudad
MIGUEL OLIVER
MADRID. El Ayuntamiento de la capital tiene previsto entregar este mes las 156 viviendas protegidas que componen el edificio «Mirador» de Sanchinarro. Se trata, sin lugar a dudas, de la construcción más atípica y original que se ha levantado en Madrid desde hace tiempo, que puede ser divisado desde varios puntos de la ciudad.
El estudio de arquitectura holandés MVRDV, en este caso con la colaboración de Blanca Lleó, ha sido el encargado de proyectar esta «miniciudad» del norte de Madrid, donde está prevista que residan unas quinientas personas. Sus autores han firmado también obras de relevancia en otros países como la ópera de Oslo, el aeropuerto de Rotterdam, el pabellón de la Expo de Hannover (2000) y el «zoco» de Amsterdam, donde han creado un original bloque de cien viviendas para personas mayores. En nuestro país, además, han diseñado La Casa de la Historia en La Coruña.
El edificio de viviendas de Sanchinarro tiene 22 plantas y sus autores pretenden que se convierta en un «referente» para la zona y la ciudad. «Nuestro proyecto -afirman- quiere romper con la excesiva homogeneidad que existe en los alrededores» donde la mayoría de las viviendas están diseñadas en manzana cerrada y tienen seis alturas como máximo.
La zona más destacada del edificio es el mirador, que ofrece unas espectaculares vistas a la sierra. La gran terraza se encuentra a cuarenta metros del suelo. En ella los vecinos podrán disfrutar, además, de un jardín comunitario. Los 16.000 metros cuadrados construidos cuentan con una gran variedad de «situaciones» y tipos de vivienda «como respuesta adecuada a la heterogeneidad» de la sociedad actual.
Las circulaciones en el edificio son como pequeñas calles verticales. Sus transformaciones a lo largo de cada recorrido aglutinan un compendio de diferentes tipos de estructuras a modo de pequeños barrios. Desde el exterior, cada grupo de viviendas iguales queda identificado con un color diferente. Para ello, los arquitectos han utilizado distintas combinaciones en la modulación, textura, color, materiales o las sombras de la fachada.
Respecto al interior de las viviendas, el estudio arquitectónico ha primado los «incuestionables valores» del espacio habitable, superficie, luz natural, instalaciones de confort y vistas. Los autores, además, han proyectado una escalera mecánica de gran longitud que conecta la plaza pública que se encuentra en la planta baja del edificio con el mirador en altura. El Consistorio encargó en mayo de 2001 la obra, que ha contado con un presupuesto de 10,9 millones de euros.