Por lo que sé, efectivamente existe un acero llamado cortén (el otro palabro, trámex, se refiere a que es un entramado), que es un acero con una oxidación "controlada" que autoprotege frente a una corrosión más agresiva. Pero eso no evita los "chorreones" y que tizne un poco.
No sólo son de cortén las rejas. Por lo que parece también son los plintos o petos de los portales. En éstos puede acabar pasando lo mismo que en el edificio del BBVA de Castellana esquina Raimundo Fdez. Villaverde (que también es de cortén). Si os acercáis a ese edificio, veréis en las aceras de alrededor un roal de oxido que se ha ido depositando con el agua que chorreaba por la fachada. Así que con el paso de los años tendremos un churretillo a las entradas de nuestros portales.
La única forma de remediarlo es con el barniz que le dijeron a NQN, pero eso conlleva los mismos problemas que la pintura, es decir, hay que repintar periódicamente el acero, y debe ser bastante caro habida cuenta de la superficie de rejas y petos de portales que tenemos. Es más, no sé si sería contraproducente, porque si se aplica mal el barniz podría hasta descascarillarse, con lo que sería peor el remedio que la enfermedad.
Ante estas perspectivas tan desconsoladoras, me comenta un amigo arquitecto que tampoco es para tanto, que el uso de acero cortén está muy extendido entre arquitectos, que los chorreones no son tan grandes y que en todo caso le pueden dar cierto toque interesante al edificio (estos arquitectos...).
En cualquier caso, cuidado con tiznarse la ropa al acercarse a la valla y con los chorreones de agua bajo los petos de los portales los días de lluvia.
Es el precio que hay que pagar por tener acabados a la moda...