Pues eso, cual Indiana Jones cualquiera, este domingo se está dedicando nuestra actual vicepresidenta a recorrer piso por piso, carpeta en mano a preguntarnos si vamos a ir a la junta, para que en caso negativo le firmemos la autorización a su nombre, para que vote a su conveniencia, entre otras cosas al nuevo presidente de “esta nuestra comunidad”.
No sé si se presentaran los componentes de la junta anterior, ni tampoco si se presenta alguno más, pero lo que sí que se, es que en todo caso no ha venido ningún otro a mi casa a molestarme, sobre todo cuando junto con la convocatoria que nos envía nuestro secretario-administrador, ya incluye una autorización que simplemente tenemos que depositar en el buzón que se encuentra al lado de los vestuarios. ¿Tan importante es para alguien convertirse en presidente de una comunidad?. ¿Tanto poder se piensa alguien que obtiene con eso?. Me parece vergonzoso.
Si hay alguien que le ha dado la autorización a estos “buenos vecinos”, y en caso de que salgan elegidos como presidentes, y no les gustara como estos están realizando la labor, también deberían de ir personalmente a casa de estos a decirles cara a cara lo “bien” que lo están haciendo, al igual que ellos lo han hecho a la hora de recopilar autorizaciones/votos.
Lo dicho, vergonzoso y bastante ruin, pero de todo hay en la viña del señor.