Entre el temporal esquimal que tenemos y los gamberros que nos tiran bolas de nieve, bueno de hielo, a las ventanas. Porque el sábado estabamos en casa tan tranquilamente y oímos un golpe pero no prestamos atención y al segundo nos asomamos y vimos el cristal de la ventana del dormitorio grande con una manchurron de agua y en el alféizar de la ventana una bola de nieve que aún era nieve, si llega a ser hielo rompe el cristal.
Lo más gracioso es que los pillamos y les dijimos es nuestro estado de rabia un poco de todo y encima se atrevian a negar que hubiesen echo nada...