Cuanto me alegro de la suerte que tienen algunos , además de tener dinero para el chalet se pueden permitir el lujo de cambiar de coche para que les entre en el garaje.
Que injusto es este mundo, yo me tengo que conformar con ir los domingos a las reuniones que se hacen para el bien de todos, aunque no tengan mucha afluencia de gente, y encima no dormir viendo lo que está pasando, que por lo menos a mí me parece muy serio, aunque claro yo comprendo que soy muy sentida, y que no todos los días me meto en una trampa de 50 millones.