Por cierto, confirmo lo de que los vendedores no tienen palabra: nosotros tratamos con el vendedor de Arenal 2000 (no recuerdo el nombre), y una vez firmados los papeles en el banco e incluso citados con el Notario para la firma, llama al banco diciendo que se había vendido la casa.
Tras una semana de papeleos, llamadas y sufrimiento, hemos conseguido comprarla por fin, pero a través de Natalia, puenteando al tipejo este.