Hola carlosg:
Al contrario de cuando reconozco que no tengo ni idea de hipotecas, si tengo algo más de idea de antenas y radiaciones.
En líneas generales el lugar más seguro para resguardarse de la radiación de una antena será detrás (en las direccionales) o debajo.
Aunque las de telefonía son direccionales (que emiten en una dirección), las ponen de tal modo que el conjunto emite en forma omnidireccional generalmente, y en especial en ciudades. Pero es un despilfarro emitir hacia abajo. Por lo tanto estarás mucho más seguro en el piso de abajo, que además lo suelen blindar, a estar enfrente.
La radiación es perjudicial siempre para un tejido vivo pero lo será más o menos en función de la potencia recibida y del tiempo de exposición. Hay otro factor de riesgo que lo da la frecuencia: Hay frecuencias más o menos perjudiciales, al igual que hay tejidos más o menos sensibles a la radiación.
Por último, lós móviles emiten con una potencia proporcional a la señal que reciben desde su nodo de enlace. Si la señal es fuerte su emisión es débil y viceversa. Esto se hace para ahorrar batería. Si la señal que recibe es débil, emite con más energía para que llegue su señal. Eso quiere decir que será más perjudicial hablar con poca recepción que cuando hay una buena señal.
Cuando el móvil está encendido pero sin hablar, emite a intérvalos una señal de recordatorio pero está como dormido. Por lo tanto no es en absoluto perjudicial, en comparación con una coversación larga.
Hace unos años la gente no se preocupaba del humo del tabaco más allá de la molestia en los ojos y garganta. Ahora empezamos a saber lo perjudicial que es estar todo el día en un ambiente enrarecido por el tabaco.
He visto hablar a los del colegio de Valladolid y a otros que tienen estos problemas y, sea verdad o no que les están produciendo enfermedades mortales a los niños y vecinos, lo peor es que se lo creen y están viviendo un terrible calvario. Ya lo habéis visto en el Carmelo. Están peor los que les han dicho que pueden ir a vivir a sus casas “sin peligro”, a los que les han derribado las suyas.
Y sí se puede hacer mucho en estos casos en los que te imponen una antena enfrente: RUIDO. No callarse, luchar por tus derechos.
También estoy de acuerdo con los que dicen en que no hay que llegar al pánico. Hay otros muchos aspectos nocivos de la vida cotidiana y no nos ponemos histéricos, ¿no?.
Perdonar este ladrillazo.
Un saludo