Arroyomolinos promete desviar las líneas de alta tensión
30.06.2005
El cielo español está atravesado por más de 33.000 km de cables de alta tensión.Es decir, tenemos más líneas eléctricas peligrosas en potencia –como se demostró el lunes en la A-3 al caer varias torres y cables sobre la autopista– que carreteras del Estado (24.000 km).
Pero el riesgo de las líneas no es sólo visible. Los cables emiten una ducha continua de radiación electromagnética, cuyos efectos sobre la salud han sido analizados por centenares de estudios médicos imparciales. La empresa que gestiona el 80% de la maraña de hilos, Red Eléctrica de España, está tranquila y emite mensajes consoladores.
En Arroyomolinos algunos vecinos no están tan tranquilos como los administradores del voltio. Esta población del suroeste de la comunidad, que hace 15 años tenía 500 habitantes, va a experimentar un vertiginoso crecimiento. Se están construyendo más de 10.000 viviendas y el número de residentes pasará de los escasos 9.000 actuales a 50.000.
Varios compradores de viviendas han escrito a 20 minutos en los últimos días. Remiten correos electrónicos casi idénticos ; es decir, se trata de una campaña organizada. Tienen todo el derecho. Han comprado casas en las nuevas promociones residenciales y se encuentran con que dos líneas de 400.000 voltios pasan por los terrenos. Aseguran que la gestora inmobiliaria Bitango, SL, que les vendió las parcelas, «en ningún momento informó de la situación real de la promoción». Las líneas (Galapagar-Moraleja y Villaviciosa-Moraleja-Morata) tienen una longitud de unos 14 km cada una y son parte del anillo energético que circunda Madrid y asegura el abastecimiento eléctrico.
En el Ayuntamiento de Arroyomolinos matizan: «Los vecinos sabían lo que compraban. Esas líneas de alta tensión llevan ahí toda la vida». Sin embargo, anuncian la «voluntad de resolver el problema» y aseguran que existe un «acuerdo en firme» con los municipios de Móstoles y Moraleja para desviar la red y alejarla de las viviendas. Enterrar los cables, sostienen, es «técnicamente inviable», pero «el dinero está sobre la mesa» para desviarlos y crear un «pasillo de seguridad» bajo el trazado. Sólo falta que el Ministerio de Fomento, propietario de 1,5 km de los terrenos afectados (lindantes con carreteras nacionales), se implique en el trato.
El delegado regional de Red Eléctrica, José Luis Escudero, matiza que las líneas, que ahora siguen dos trazados diferentes, serán agrupadas en un pasillo único y que el proyecto está pendiente de la tramitación administrativa y el acuerdo entre las administraciones implicadas. No se atreve a dar un plazo de solución y afirma que el enterramiento es «imposible» por razones de «seguridad» y «alto coste».
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