Enhorabuena a los valientes que han puesto el a.a. en la fachada (aunque yo todavía no me he dado cuenta, luego bajo a verlo a ver si soporto el ¿brutal? efecto antiéstetico).
De momento lo único que me he dado cuenta, es que en mi casa no hay tendedero, por tanto, no tengo a.a. y aunque tengo dinero para ponerlo, ¡¡¡estoy pasando un montón de calor en mi casa!!!, cosa que en el año 2003 me parece absurdo, tonto e ilógico. No se si lo pondré esté verano, pero al siguiente verano seguro que sí.
Está fatal no respetar las normas, pero las leyes injustas con el tiempo caen (conozco dos comunidades que al principio prohibieron el tema de los a.a., y ahora ya se pueden poner a.a. en la fachada).
Por la máxima calidad de vida posible, escribe un vecino de Abedules II.