Solos, inmigrantes y parejas sin hijos piden la vez
El comprador de antaño se parece poco al de hoy. O, al menos, una parte sustancial va cambiando. Ya no se trata sólo de la típica pareja joven que se va a casar, o piensa en casarse para tener hijos, y que convierte en símbolo de enlace la compra de un piso.
Publicada
31/3/2006
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El Mundo