La conversión de un piso normal en un hogar emocional
"La funcionalidad, la amplitud de espacios vitales y hacer una vivienda bonita es lo mínimo que se puede exigir a un interiorista. Yo voy más allá y plasmo las emociones e ilusiones del cliente en el proyecto". Directo y claro, Nacho Álvarez resume en dos frases la razón de ser de sus trabajos hechos por y para el propietario. Pone como ejemplo de su filosofía El Eje, un piso normal que ha reconvertido en un hogar emocional.
Publicada
22/2/2013
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El Mundo