La otra Seseña empieza a habitarse
Hablar de la burbuja inmobiliaria en Castilla-La Mancha es pensar en la macrourbanización de Seseña, abandonada en la estepa Toledana, o en el residencial Valdeluz, un conjunto de chalets deshabitados a la sombra del AVE en Guadalajara, que prometía ser una pequeña ciudad a 15 minutos de Madrid en tren, pero que se quedó en un lugar fantasma abandonado y a medio construir. Sin embargo, no son los únicos ejemplos del afán por edificar que surgió en los años previos a la actual crisis económica. En la provincia de Toledo se encuentra uno de los complejos urbanísticos que llama la atención por el volumen de suelo urbanizado: el Señorío de Illescas.
Publicada
27/11/2013
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El País