¿Ayuda a jóvenes para comprar o parche para que la banca venda sus peores pisos?
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció el jueves la resurrección de las ayudas públicas a la compra de vivienda, uno de los principales motores de la burbuja inmobiliaria que acabó en la gran recesión. Esta vez no es una desgravación sino una subvención a fondo perdido, se limita a menores de 35 años y a un importe máximo de 10.800 euros —que no puede superar el 20% del valor del piso—. Pero este colectivo no va a ser el principal beneficiado de la medida. Quienes de verdad van a sacar tajada son los propietarios de las viviendas con precios más bajos, es decir, los bancos y Sareb, que reciben un importante empujón para conseguir librarse de ellas.