La vida en alquiler se complica aún más: falta de ayudas, mudanzas de riesgo y confianza ciega en los caseros
Las consecuencias sociales del estado de alarma van cayendo cada día como fichas de dominó. Se calcula que más de un millón de personas pueden rebajar sus ingresos temporalmente por la puesta en marcha de los ERTE; peligra la actividad de miles de autónomos y muchos trabajadores en precario temen llegar a fin de mes con el horizonte aún más negro. Para quien vive de alquiler, esta crisis tiene sus propios agravantes.
Publicada
19/3/2020
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