La 'cláusula covid' llega al alquiler de pisos compartidos
El confinamiento decretado por el Gobierno el pasado mes de marzo supuso un vuelco social que, de algún modo u otro, afectó a toda la población. Por ejemplo, a los estudiantes que residían en pisos compartidos y de la noche a la mañana se vieron sin la posibilidad de ir a clase, una restricción que se prolongó hasta final de curso. Su situación no era nada fácil, porque la mayor parte de ellos tenían firmados contratos de alquiler que se prolongaban hasta el final de las clases, de modo que irse antes de tiempo suponía afrontar una penalización si el propietario no se mostraba flexible. Bien es cierto que esto solo afectaba a los inquilinos que llevaran menos de seis meses en la vivienda, porque, pasado ese tiempo, la Ley de Arrendamientos Urbanos permite a los inquilinos desistir sin pagar penalización, aunque el contrato dure más.