La letra pequeña de la Ley de Vivienda que ha dividido al Gobierno: alcance limitado y sin límite a los precios antes de las próximas elecciones
La Ley de Vivienda enfila su camino al Congreso de los Diputados con un año de retraso según lo previsto y con más dudas que certezas sobre su verdadera intención y su verdadera efectividad. Sobre el papel, el Gobierno pretende "dejar atrás las burbujas inmobiliarias, la especulación y los pelotazos urbanísticos", pero en la práctica, la Ley de Vivienda que contempla limitar la subida de los precios de los alquileres nace sin la herramienta para limitar la subida de los precios de los alquileres; tendrá un alcance máximo de 150.000 viviendas (sobre un parque total que supera los 3,5 millones de casas en alquiler) y sólo se aplicará si las comunidades autónomas y los ayuntamientos quieren aplicarlas en sus territorios.
Publicada
3/2/2022
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El Mundo