Un chalé que acaricia el cielo
ivir tocando el cielo de Madrid puede ser el deseo más preciado de los urbanitas o la experiencia más agónica para aquellos que aman la naturaleza, pero si trasladamos el típico chalé de dos plantas, con jardín y piscina, a una azotea de un edificio de 12 alturas, de los años 70, ubicado en el barrio de Chamberí, con impresionantes vistas a la sierra madrileña, la cosa cambia.
Publicada
30/4/2016
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El Mundo