Buenos días a tod@s:
Os comento mi fantástica experiencia con Sergio Ríos. Creo que la mía debió ser la primera puerta a la que llamó, o al menos eso fue lo que me dijo. El chico fue muy amable y nos abrió las puertas al fantastico y soñado mundo de ONO. Y la verdad es que al principio la cosa no fue mal: los precios eran buenos y el producto respondía a lo que se le pedía. Cuando le dijimos que seguramente nos acogeríamos a la oferta se le subió el éxito a la cabeza y nos dijo muy magnánimo él, que ONO se haría cargo de los gastos de la portabilidad. !!!!!!!!!! Mi mujer le dio las gracias rápidamente y le hizo notar la grandeza de su compañía a la hora de hacerse cargo de los gastos de algo que según la ley les corresponde única y exclusivamente a ellos. En este punto le comentamos que nos acogeríamos a la oferta si nos regalaba el router wifi. El nos comento que tendría que hablarlo con Pablo, su jefe de zona, pero como éramos las primeras personas a las que visitaba le gustaría tener un detalle con nosotros. Quedó en llamarme unos días más tarde con la respuesta.
No volvimos a saber nada de él hasta que una semana más tarde le llamé. Le recordé mi nombre y le dije que llevaba varios días esperando su llamada. Vaya, que casualidad, justo en ese momento me iba a llamar para decirme que su jefe había aprobado el regalo del router wifi. Antes había sido imposible porque su jefe había estado una semana en el extranjero. Quedamos para firmar el contrato el día 11 de enero y allí se presentó, a las 8 de la tarde y nos volvió a vender la moto de los gastos de portabilidad, aparte del favor que le había hecho su jefe al aprobarle el router, pero claro como habíamos sido los primeros …Que pesado el tío, no quiero ni pensar en la chapa que le debió de dar a la persona que le hizo perder la virginidad. En fin que muy correctamente nos agradeció el no haber solicitado el cambio de compañía a través del 1004 porque los comerciales de calle dan un mejor servicio y hablan con el instalador acerca de los posibles incidentes. También nos comento que siempre eran más generosos con los regalos y que si me hubiera podido ofrecer algo mejor lo hubiera hecho. Antes de marcharse no pidió que una semana antes de la instalación le avisáramos para traernos personalmente el router wifi. Claro, al ser una cosa excepcional prefería hacerlo él personalmente para no comprometer a nadie… Casi me voy preocupado a la cama pensando en que el chico iba a hacer algo ilegal.
Muy contento con el trato, aunque preocupado por la integridad moral de Sergio, se lo comento a un amigo que trabajaba hasta hace poco en Auna y me comentó que si le hubiera apretado un poco le podía haber sacado un Ipod, aparte del router wifi. Le dije que me habían dado tres meses de internet gratis, que sumados a lo que valía el router alcanzaba prácticamente el valor del Ipod. Mi amigo me mando un link de la oferta en la página web de ONO donde aparte de los tres meses gratis de internet, me regalaban un Ipod solamente por contratar su producto, sin tener que pedirles ningún regalo.
Una semana antes de la instalación mando a Sergio un SMS diciéndole que se acordara de traernos el router porque la fecha de la instalación se aproximaba. Dos días antes de la fecha de la instalación le llamo para recordárselo y os reproduzco más o menos la conversación:
- Hola Sergio, soy el del router. Acuerdate de traerlo porque vienen a hacerme la instalación
- Hombre, hola. ¿Qué tal?. Justo ahora te iba a llamar
- Vaya, que casualidad. Yo pensaba que te había olvidado de mí. Recuerda que me tienes que traer el router porque dentro de dos días viene el técnico y si no tengo el router para que me lo instale se va a tener que ir el hombre sin poder hacer nada.
- Mira, va a ser imposible hacerte entrega del router antes del día de la instalación porque mi jefe se ha ido una semana al extranjero (joder como vive su jefe, claro con lo que se ahorran en regalos) y es algo que me tiene que dar el personalmente porque se trata de algo excepcional.
- Sergio no me vendas la moto. Me he enterado que en el 1004 me hubieran dado un Ipod sin tanto rollo, ni tanta milonga. Yo te lo encargue a ti y no me voy a echar atrás, pero me hubiera gustado que me lo ofrecieras y no tener que andar peleando las ofertas.
- Hay te equivocas. Tengo delante un correo de fecha 17 de enero, en el que mi jefe de zona me dice que ya no ofrezca más Ipod, que ya no quedan. Creeme que si me hubiera sido posible te lo habría ofrecido, pero en ese momento ya no quedaban unidades en stock.
- Sergio, te recuerdo que el contrato lo firmamos el 11 enero.
- UMMMMHHHHH. Ya hombre, pero ten en cuenta que yo no puedo ir ofreciendo regalos por ahí. Mi jefe me diría que solo vendo por los regalos que hago.
- Eso me parece razonable. Pero no me gusta que vendas motos diciéndome que me ofreces todo lo que está en tus manos. Entiendo que un comercial tiene que vender, pero no engañar. Ahora ya no se que pensar acerca del router. Si el router no está aquí antes de que venga el técnico será mejor que el técnico no venga. Además me gustaría que me dieras el teléfono de tu jefe.
- PIIIIIII. El teléfono se corta
No daba crédito. El teléfono se había cortado. ¿Había sido un fallo en la cobertura?. Le vuelvo a llamar y se pone un compañero suyo y me dice que Sergio no se puede poner ahora, que le deja recado y que luego me llama. Veinte minutos más tarde me llega un SMS en el que Sergio me dice que no tiene saldo, que por favor le llame. Yo alucinaba, un comercial de una empresa de telecomunicaciones diciéndome que no tiene saldo en su móvil. Ya estaba más mosqueado que otra cosa, pero aún así, le llamo y le digo que no me fío de su palabra y que si no me va a traer el router que me lo diga ; que voy a anular la instalación y que me parecía muy mal la forma en que se había portado conmigo. “Bueno haz lo que quieras” me respondió.
Posteriormente llamo al 1004 y anulo la visita del técnico. A los veinte minutos me manda Sergio un SMS preguntándome por el día de la instalación para traerme el router. Le respondo que ya he anulado la instalación y hasta que no hable con su jefe no voy seguir adelante.
Una semana después fui a la tienda de ONO para quejarme y me atendió una chica muy simpática llamada Mar que me dijo que lo intentaría arreglar. Dos semanas más tarde y después de haber ido personalmente dos días a la tienda y dejarle recado para que me llame, sigo sin saber nada
Y esta a sido para mí el fantástico, soñado y breve mundo de ONO. Que conste que yo en mi anterior casa tenía AUNA
Un saludo a tod@s,
José Antonio
P.D.: Perdón por la extensión del mensaje, pero como es la primera vez que escribo quería recuperar el tiempo ...