Para ser justos, la enhorabuena hay que dársela a un vecino de ese portal que es el que costea con su dinero y tiempo que la jardinera esté así. No ha querido aceptar el ofrecimiento económico para pagar, por lo menos, el coste de las plantas.
No junto a la del portal, pero si a la de enfrente si hay humedades que estamos pendiente de localizar por, en principio, una rotura en una de las gomas del riego.