Yo he vivido en la urbanización de enfrente a nuestra futura urbanización, LA CÁRCAVA, (que también da al tren) y os aseguro que el ruido del tren no es ensordecedor y se oye como si fuera en la lejanía.
Hay que tener en cuenta que el impacto acústico del tren no es tán brutal como el de la circulación rodada, por su periodicidad, no pasa constantamente.
En segundo lugar, la estación está tan cerca que el que viene desde Princípio Pío, a minora la marcha con lo que el impacto es menor. Si acaso, el que va sentido Príncipe Pío al acelerar se puede escuchar algo más.
Además, existe dos elementos fundamentales para reducir el impacto:
- Por un lado la valla y su altura final, que hace de pantalla acútica. Si finalmente es lo suficientemente elevada hará de efecto barrero.
- De otro lado, los árboles. Si plantan los suficientes árboles longitudinalmente en el sentido de la valla, su efecto aún es mayor para reducir el ruido (que es lo que pasa en la urbanización de La Cárcava)
Por último, NOZAR, no está obligada a poner pantallas acústicas, es RENFE, y por ende el Ministerio de Fomento, quien decide hacerlo, siempre y cuando existan razones objetivas para ello. Nos guste o no nos guste, el tren estaba y la urbanización llegó después. Lo importante, es reducir el impacto con medidas sencillas y diseñadas con cierta lógica.
No me cabe ninguna duda de que el asislamiento dentro de las casas es bastante bueno: no hay que ver más que el climalit. Además, al ser las ventanas oscilobatientes, aseguran una mayor estanqueidad que las correderas.
Un saludo a todos