He escuchado y leído multitud de comentarios en relación con los socios que ya tienen casa. En ocasiones se les descalifica a ellos y a sus argumentos cuando repetidamente han mostrado su disconformidad con algunas de las decisiones que se iban tomando. Por desgracia, el tiempo da y quita razones, y para desgracia de todos, creo que las advertencias de aquellos socios díscolos tenían más que fundamento.
No fue hasta que comenzó la entrega de las primeras casas cuando se empezó a conocer las condiciones en las que la cooperativa las entregaba. Condiciones por las que, después de muchos años de espera, había que aceptar o renunciar cuando ya la casa estaba lista para su entrega (A ver quien dice que no con las llaves delante de tus narices). Nunca se había explicado con claridad las condiciones de compra finales. Que, además de la casa, se adquiría un fondo de compensación que nadie sabía muy bien lo que era o lo que costaba. O las condiciones temporales de permanencia en la cooperativa.
Por otra parte, se hacen continuas referencias a los “socios insolidarios de la primera fase”; que han obtenido su casa por debajo del precio que costó. Y me pregunto yo. ¿Quién tiene ahora la culpa de que se les halla vendido la casa por debajo de su precio?¿Los socios de la primera fase?. ¿No será responsabilidad de quien haya vendido esas casas por debajo de su precio? Es curioso que no es hasta que se han escriturado casi todas las casas de la primera fase cuando se explica que esa fase ha tenido una millonada en pérdidas. ¿Quién es el responsable?
La verdad es que mientras que se nos explica que son sólo 15 los socios “díscolos” de la primera fase, y a los que se les va a reclamar por vía judicial el dinero que les falta por aportar, se soslaya el asunto de las devoluciones del IVA. Hay un buen número de socios de esa fase a los que se les cobró un IVA en una determinada cantidad; y que al reclamar a Hacienda la devolución del exceso de IVA cobrado, la cooperativa ha empleado el dinero devuelto por Hacienda para otros fines.