Comparto que la única alternativa eficaz es que la Línea 11 llegue a Atocha (y más allá). De hecho creo que es una obra prioritaria a nivel autonómico, ya que daría verdadero sentido al intercambiador de Plaza Elíptica y absorbería mucho tráfico de viajeros sur-norte, no solo de gente de nuestro barrio, por no hablar de darle una segunda conexión a la estación de Atocha con la red de Metro. Pero el problema para ampliar la Línea 11 es presupuestario. Si no se hizo en la época de bonanza es porque el trazado hasta Atocha tiene el coste por kilómetro más alto posible en nuestra ciudad: tiene que sortear el río, los túneles de la M-30, el túnel de Santa María de la Cabeza… y acoplarse en el complejo entramado de túneles que ya hay en Atocha, todo ello sin provocar alteraciones al servicio actual de todos esos túneles existentes. Por eso en el pasado Aguirre optó por construir muchos kilómetros en modo low cost, dejándonos algunos trazados tan enrevesados como la ampliación norte de la Línea 10, o la inesperada llegada de la Línea 11 a La Fortuna antes que a Atocha.
El caso es que construir Metro es muy caro, y en las legislaturas de Gallardón y Aguirre nos endeudamos muchísimo para pagarlo. Ahora la Comunidad, sin apenas gasto en nuevas infraestructuras, acrecienta su deuda cada año, consecuencia en buena medida de los pagos por el Metro y otras obras faraónicas (o por “chapuzas” como el peaje en la sombra de la M-45). Resumiendo, me temo que es posible que la ampliación del Metro a Atocha no llegue en esta legislatura tampoco (con independencia de quien gane las elecciones), porque antes hay que invertir la tendencia de la deuda autonómica (de la que se habla muy poco, por cierto).