Yo no soy tan pesimista. Los políticos no compadrean tanto entre sí, se odian sinceramente: los que tienen el poder odian a quienes se lo quieren arrebatar ; y viceversa, los que no lo tienen odian a quienes lo ostentan. Y ojo, no se trata sólo de que "los del partido A odian a los del partido B y los del B al A". No, cuando se trata del reparto de poder dentro de un partido los odios se reproducen entre compañeros, y cualquiera de ellos, cuando menos se lo espera, recibe una puñalada trapera por la espalda de un supuesto aliado (y a título de ejemplo, véanse las relaciones Aguirre-Gallardón, las Ibarra-Maragall o las 18.456 familias de IU peleadas entre sí). Los políticos, cuando se tratan amablemente entre sí, es cuando son verdaderamente hipócritas.
Bueno, a lo que iba. Creo que los ciudadanos debemos ser conscientes de eso y debemos sacar el provecho que podamos de todas esas peleas: a río revuelto... Creo que en el caso de Cuatro Vientos está sucediendo esto. Así como quien no quiere la cosa, en menos de dos semanas hemos pasado de un peligroso proyecto de ampliación del Aeropuerto a dar por hecha su desaparición y discutir sobre si lo llenaremos de árboles. Que se maten entre ellos si quieren, pero mientras tanto, les vamos arrancando importantísimos compromisos que significan un avance extraordinario. Los vecinos tenemos voz y fuerza muy escasas, es evidente, pero cuando grandes fuerzas opuestas entre sí están en un tenso equilibro, puede bastar un pequeño empujón en el punto adecuado para que el asunto se desvíe, no hacia el lado de la fuerza A o de la B, sino hacia donde nos interesa a los vecinos. Ahora nos toca la cautela: los vecinos debemos ser capaces de que todos los políticos sean "presos" de sus palabras, que cumplan sus promesas, y que si no lo hacen, que paguen por ello.
Un saludo y buen puente,
ago
PD: Nos han confirmado desde Telecinco que esta noche salen los parquímetros en Caiga Quien Caiga. No os lo perdáis.