Para los que mezclan churros con merinas.
La organización escolar diferenciada está en buenas condiciones para tratar la diversidad natural de mujeres y hombres, que presentan modos de aprender y ritmos muy diversos, especialmente durante la preadolescencia y la adolescencia. La diversidad sexual es un factor definidor de la persona humana que condiciona también los modos de aprendizaje.
El dogma de la educación mixta como única garantía de eficacia y de igualdad de oportunidades no tiene fundamentos razonables, fuera de los prejuicios ideológicos de algunas instancias.
La escuela diferenciada se adapta al diverso ritmo de madurez de chicas y chicos, potencia las capacidades de cada alumno y facilita la personalización de la enseñanza.
Responde a profundas convicciones pedagógicas y a resultados contrastados en todos el mundo sobre los beneficios que aporta el hecho de educar a niños y niñas en aulas específicas.
Países avanzados de nuestro entorno —como el Reino Unido, Alemania o Estados Unidos—, que valoran mejor los resultados de la educación, con una amplia tradición de libertad de enseñanza y que no están tan condicionados por los prejuicios ideológicos, tienen una larga tradición de centros públicos diferenciados.
La escuela diferenciada presenta ventajas para un mayor rendimiento académico, al lograr un ambiente de trabajo más relajado y agradable entre los alumnos. También está demostrada una más que notable disminución de la violencia y del fracaso escolar y una mayor autoestima del alumno
La educación diferenciada se presenta como un modelo avanzado en bastantes países occidentales. Asistimos a un sorprendente auge de escuelas con organización escolar diferenciada, tanto laicas como religiosas, públicas y privadas. La experiencia de enseñar en aulas distintas a niñas y a niños ha supuesto importantes mejoras para la convivencia escolar y en los resultados académicos. En los países con larga tradición democrática, la enseñanza diferenciada no es una cuestión de izquierdas o de derechas: es una opción pedagógica legítima y sostenible.
Enseñar en aulas diversas a chicos y chicas no es discriminatorio, porque se les da una formación igual con niveles de calidad similares. La escuela diferenciada personaliza, sin discriminar a nadie. De la misma manera que no es discriminatorio que haya una liga profesional de fútbol con jugadores sólo varones, o pruebas diferenciadas en atletismo y en las olimpiadas, o diferentes exigencias en las pruebas físicas para hombres y mujeres en las pruebas de ingreso para las fuerzas de seguridad. De igual modo que a nadie se le ocurre señalar como un ejempo de segregación el hecho de que existan peluquerías de mujeres y de hombres.
http://www.tajamar.net/tajamar/ccd/EducacionDiferenciadaDocumentos/ResumenJornada2006-05-06.doc