AOrtega dijo:
De todas formas, la solidaridad deberíamos empezarla todos con cosas más sencillas, como aparcar donde no jodamos al prójimo, tener un poco más de paciencia con lo que haga el de al lado, pensar en las pequeñas cosas que pueden molestar a nuestros vecinos, etc.
¡Totalmente de acuerdo!
Los madrileños, que tan solidarios somos cuando hay una catástrofe en el otro rincón del planeta, en distancias cortas mostramos una soberana despreocupación por si nuestros comportamiento puede molestar a los que nos rodean. Y ya en carretera ni te cuento: todos son mi enemigo.
Es más fácil comprar la buena conciencia con donativos a ONGs o regalando ropa vieja.
En lo de construir los centros de rehabilitación en zonas apartadas, no estoy de acuerdo. Posiblemente en Las Tablas el sitio escogido no sea el adecuado, pero no me parece mala idea que los ciudadanos de a pie vean de cerca el efecto que pueden llegar a producir las drogas.