Dicho así algunos podemos pensar que es un precio normal para tomar un café en un bar o cafetería, pero cuando la semana pasada el precio del café que tenía la pastelería/cafetería Caprichos era de 1,30 ya no suena tan bien.
¿Crisis?. Si, desgraciadamente estamos sumergidos en ella ajustándonos el cinturón como podemos para vivirla lo mejor que podamos.
Los sueldos se congelan, los servicios suben algo teniendo muy poco en cuenta la variación del IPC, pero esta cafetería se permite el lujo de subir el café más de un 7%.
No hablamos de un 2% o un 3%, hablamos de un SIETE.
Diez céntimos no es nada, pero 10 céntimos en 1,30 € es una barbaridad con la situación actual.
Imagino que el dueño del negocio habrá sopesado los pros-contras de una subida tan brutal y habrá pensado que no nos daremos cuenta del porcentaje de subida.
Cada uno es libre de actuar como considere, subiendo precios, consumiendo o no, pero a mi ya me han visto por última vez.