Muy buenas,
Vamos a poner algo de sentido común a lo ocurrido. En primer lugar, creo que el debate se ha perdido por derroteros que nada tienen que ver con el hecho en cuestión, seguramente a causa de eludir responsabilidades derivadas de concretas normativas de convivencia y civismo.
Mi intención no es justificar el vandalismo protagonizado por algún indeseable que optó por rajar las ruedas de los vehículos de los invitados, sin embargo no podemos obviar que, aunque se ha pretendido justificar por activa y por pasiva, incluso por perifrásica, no es cívico que hacer ruido o molestar a ninguna hora del día y, mucho menos, a partir de horas concretas, sea sábado, el mes de julio o se celebre lo que se celebre, a pesar de haber sido invitado o no, haber asistido o no.
Ante todo educación, ante todo convivencia, ante todo respeto y ante todo, tener siempre presente que uno no vive solo, sino que al lado conviven personas que o madrugan, esán enfermas, cansadas o simplemente no tienen por qué soportar los gritos, canciones o ruidos de otros.
El problema es que España es una país donde las personas no tienen en cuenta a nadie, que los españoles están muy mal educados y que por esa misma razón sucede lo que sucede.
Alguien celebra una boda en su casa ocasionando los problemas e incomodidades que ocasionó a sus vecinos, y otro u otros les rajaron las ruedas a los invitados. Una acción propia de la naturaleza del español, le sucedió una reacción propia del español.
Y déjesen de historietas de que si alguien se podía haber matado en un accidente de tráfico o de si se trata de un homidicio por imprudencia o qué se yo... Evidentemente, y vuelvo a repetir, no justifico el que se hayan rajado las ruedas de los coches, pero no cuenten milongas tratanto de justificar, por otro lado, una falta de civismo inexcusable.