antiquo dijo:
Gracias por la contestación.
Reconozco que mi pregunta, aunque respondida de forma impecable por vuestra parte, había sido formulada con cierta mala fe. Lo reconozco y en cierto modo lo lamento, pero, como sabréis, la izquierda es mi lado dominante.
No obstante y reiterando nuevamente mi agradecimiento, me gustaría preguntaros una cosa, y esta vez lo hago sinceramente.
Vale que seáis "de derechas", pero quitar los impuestos, al menos el IBI que grava la propiedad inmobiliaria (la "verdadera" riqueza), podría mejorar la situación de ciertas elites -especialmente municipales- que dominan la propiedad inmobiliaria (o son latifundistas), es decir, que beneficiaría a unos pocos en perjuicio de otros muchos.
¿Es acaso más importante un derecho constitucional -que no fundamental- que los principios de igualdad y redistribución -este también constitucional- en lo que a cuestiones económicas se refiere?.
Antiquo.
Hay personas o entidades que tienen su riqueza invertida en capital inmobiliario, pero la mayoría de las personas, lo que tienen son sus ahorros invertidos en su vivienda. No nos entiendas mal, no estamos en contra de la acumulación de capital, al contrario. No hay ningún reparo a que cualquier persona física o jurídica acumule capital de forma honesta. Estamos en contra del capitalismo de amiguetes, de los que tantos ejemplos se podría poner, pero eso es otra historia. Si alguien ha acumulado capital de forma ilícita, hay que tratar de desenmascararle y llevarle a los tribunales, pero no por ello debemos penalizar al que lo ha obtenido de forma honrada.
Es como el caso de la aplicación del IRPF a las indemnizaciones por despido. Decía el Ministro de Hacienda que era para gravar los posibles fraudes en despidos pactados (que deben ser cuatro), cuando en realidad lo que hacia era subir más los impuestos.
En resumen, a tu primera cuestión, creemos que la bajada del IBI beneficiará a todo el mundo.
En cuanto a la distribución de la riqueza, no creemos que haya colisión entre ambos derechos. Para que la riqueza pueda ser redistribuida, lo primero que hay que hacer es crearla. Y la mejor forma de crearla es mediante la austeridad en el gasto público e impuestos bajos. Hay que ceder a la iniciativa privada el protagonismo. Países donde se ha hecho, han crecido mucho mas que nosotros, algunos a ritmos espectaculares. Véase el ejemplo de Singapur, Chile, países bálticos, entre otros. Lose países más prósperos son los que sufren menos intervencionismo estatal, en general.
Cuando los poderes públicos dejan de gastar el dinero de forma irresponsable, y se rigen por principios de transparencia, libre concurrencia, y respeto a la iniciativa privada, el Progreso llega a todos los estamentos de la sociedad.