Todo el mensaje de los componentes del actual equipo de gobierno ha sido que el anterior era inoperante.
Subidos en la cresta de la ola nacional de Ciudadanos -ahora un charquito inocente- y henchidos de soberbia y borrachos de ansia de poder, cuando estuvieron en la oposición despacharon sin el menor rubor todos los tópicos de la peor manera de hacer política; aunque hoy día, desde el poder, se limitan a solo uno: no decir ni pío dando la cara.
El anterior equipo de Gobierno ha señalado que trabajaba gravemente lastrado por la obstrucción de la Interventora, que representa una de las llaves necesarias para autorizar pagos.
De una manera claramente excepcional, trabajando con constancia y prudencia hacia la única opción posible, el anterior gobierno dio cuenta de los hechos a quienes podían fiscalizar a la interventoria, con tanto tesón y razón que la Administración terminó desterrandola por seis años, por dos faltas graves, una de ellas por "adoptar acuerdos manifiestamente ilegales, que han causado un perjuicio grave a la Administración".
Esto es una realidad, todo lo demás son meras posibilidades o directamente memeces.
El Mesías y sus discípulos (versión lado obscuro), que sin datos ni argumentos defendían a capa y espada a la "Sra. Interventora" sencillamente porque les venía bien a sus intereses, ahora se limitan a distribuir un argumentario obsoleto y paupérrimo:
a) La resolución de la Administración es pura política y no vale nada (es un modo de llamar prevaricadores a quienes han impartido justicia administrativa)
b) Mientras no exista sentencia firme la Sra. Interventora goza de presunción de inocencia... sí, claro, como el Chicle hasta que se pronuncie el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, si es que decide recurrir.
La política actual es vomitiva, pero la que nos toca vivir a los vecinos de Paracuellos es especialmente asquerosa:
Los usuarios más activos de este foro no son sino una banda de moscas (o solo dos moscas) venerando a una gran masa... a una gran masa de sustancia... sin el menor sentido del rubor ni vergüenza.
Desde hace poco existe un nuevo administrador que no tiene el más mínimo sentido retrospectivo y que por tanto aplica un código de una simpleza errónea en el mejor de los casos.
Y lo que es peor, ebrios de poder y tribunas, esta banda mesiánica se ha afianzado en la idea de que los proyectos que con tanta facilidad están inaugurando... ¡¡¡¡son suyos!!!!... ignorando nimios detallitos como que estaban prácticamente resueltos cuando llegaron al poder, y que
¡¡¡¡que en su día votaron en contra de ellos!!!!...
Qué asco.