Accesos a Las Tablas y Sanchinarro
¿Para cuándo nuestras conexiones con la M-40 y Arroyofresno, y una conexión en condiciones con la Carretera de Colmenar?
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Nuestros vecinos de los otros PAUs del Norte tendrán accesos a la A-1 a finales de año. ¿Para cuándo nuestras conexiones con la M-40 y Arroyofresno, y una conexión en condiciones con la Carretera de Colmenar?
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(Noticia ABC, 26/02/04)
Las obras de la A-1 conectan los PAU del norte y dejan listo el acceso al «by-pass» de la M-30
El objetivo principal de las actuaciones es conectar Las Tablas y Sanchinarro -que tendrán 80.000 vecinos- entre sí y con el centro de la ciudad
MADRID. La necesidad de permeabilidad entre los barrios y su conexión con la almendra central de la ciudad, junto con la desaparición de barreras, centraron ayer las palabras del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, durante la visita que realizó, acompañado por el concejal de Urbanismo, Pío García-Escudero, a las obras que se están llevando a cabo en la carretera de Burgos, entre las autovías M-30 y la M-40.
«Permitirán -dijo el alcalde de Madrid- la conexión entre los PAUs -los nuevos barrios- de Las Tablas y Sanchinarro, que acogerán a 80.000 vecinos y les facilitarán el acceso tanto en transporte público, por el que tenemos una apuesta decidida, como por la red viaria».
Las obras, que estarán terminadas en diciembre de este año pese a que ya hay vecinos viviendo en los nuevos desarrollos, cuentan con un presupuesto de 23,7 millones de euros, que servirán para ampliar, de 3 a 5 carriles, la calzada central entre el puente de Renault y la M-40, así como para remodelar las vías de servicio y construir nuevas conexiones de distribución con el tronco central, por el que se calcula que pasan diariamente alrededor de 140.000 vehículos.
Glorieta elevada
Para ello se han construido dos nuevos puentes que forman una glorieta elevada, con cuatro carriles, convertida en conexión directa de estos PAUs con la nacional y entre sí, así como otras cuatro estructuras para unir la autovía de circunvalación M-30 con las vías de servicio. A la altura de la iglesia de Los Dominicos se construirá un nuevo puente de unión entre los dos nuevos desarrollos mencionados.
Lo más significativo de la remodelación del proyecto, realizado por el anterior equipo de gobierno, está en las embocaduras de los túneles, que se dejarán a ambos lados del tronco, para dar acceso al futuro «by-pass» norte que, bajo la calle Monforte de Lemos, se convertirá en el cierre norte de la M-30.
Recordó Ruiz-Gallardón que «este tramo de la autovía A-1 pasará en breve, junto con la M-30, a ser de titularidad del Ayuntamiento y, por tanto, se beneficiará de la remodelación prevista en el tercer cinturón para evitar el colapso de tráfico en el norte y asegurar la viabilidad de iniciativas como la prolongación del paseo de La Castellana».
Sustituir semáforos
«Servirá, además, -añadió- para resolver el problema de saturación del Nudo de Manoteras y evitar el paso por la zona semafórica (Ilustración) existente ahora en la M-30 al ser sustituido por una vía subterránea que carecerá de todo tipo de obstáculos y mejorará la calidad de vida de los ciudadanos».
Ese futuro subterráneo contará con tres carriles, y uno de ellos estará destinado al autobús que podrá acceder, por su carril específico sin barreras físicas, hasta los intercambiadores de transportes situados en la Plaza de Castilla y Chamartín. Con ello, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón cumplirá una de sus promesas electorales.
Los otros dos carriles de circulación estarán destinados a los vehículos privados que deseen acceder o salir desde el cierre norte de la M-30 hasta la nacional.
Puertas abiertas
Con estas actuaciones, según el alcalde, se demuestra que «el Ayuntamiento de Madrid no quiere cerrar las puertas de la ciudad al millón de habitantes que acceden a la capital sin residir en ella, por lo que no se adoptarán medidas, como las tomadas en Londres, de establecer el pago de un peaje de acceso a la ciudad».