Me gustaría saludar desde aquí a la subnormal que no sólo ha aparcado en el carril indebido al lado del gimnasio, si no que además ha abierto la puerta de su coche delante del mío, con lo cual me ha hecho dar un pequeño volantacillo. Pues eso, que alguien tenía que decírtelo: eres subnormal. Y los demás que estáis aparcando ahí, pues eso: que andáis también cerca.