Currupipi,
1. Precisamente como sabía que cualquier economista que citase tratraías de echármelo en cara, cité a los tres defensores de políticas económicas completamente distintas. Así, si quieres a uno de tinte más social, cogete el libro de Samuelson, premio nobel de economía (y por cierto, que está vivo) y aprende un poquito. Por cierto, tiene un capítulo muy interesante analizando los efectos que las desgravaciones fiscalen tienen en la economía en función de los ingresos de los sujetos pasivos. Muy ilustrativo, si es que quieres centrar el debate, cosa que dudo.
Es curioso, porque el principal mérito de Samuelson es la llamada "síntesis neoclásica", esto es, la fusión en un conjunto coherente de las teorías de Keynes (principal defensor de la intervención del Estado en la Economía) con la de sus predecesores.
2. Pasar de un comentario jocoso (hijo de Solbes) a preguntarme si se de quien soy hijo es una sobrada, o, como te dije ayer, un rebuzno. Tu, que tan ofendido te has sentido por adjetivos como demagogo o ignorante, mide más tus palabras. Te cito textualmente:"Más aún cuando insultas escudado en el anonimato de un seudónimo (en ese caso, quizá en vez de Sinónimo debieras llamarte Anónimo). Tú solo te calificas. Lo siento, no voy a ponerme a tu altura. Para dar salida a la violencia verbal que llevas dentro es mejor que te compres un saco de arena y le des puñ ;etazos". En tu caso, si quieres, cabezazos, que la pérdida no será mucha.
3. Información de servicio: Alaaa es la expresión con la que mi abuelo azuzaba al burro que le cargaba la leña en el pueblo. Mi abuelo, siempre me ha dicho que ese Alaaa era sin "h" y tres "a", pero vamos, si tu, sabes más que él o tienes experiencia en la materia, encantado de intercambiar conocimientos: tu me enseñas sobre burros y yo economía aplicada.
5. El tema de las desgravaciones fiscales no merece mayor comentario. El propio Presidente del Gobierno lo ha retirado, dándose cuenta que es una medida que sólo perjudica a las rentas medias y más bajas, que son los únicos beneficiarios de esas desgravaciones tal y como están configuradas en el sistema impositivo actual. Como ya fue objeto d eun previo debate, el problema de la especualción y del precio de la vivienda deriva de la calificación del suelo como urbanizable o no urbanizable, de lo que las constructoras deben pagar a los políticos para obtener recalificaciones (y de eso se un Rato) y del problema que supone la afección del suelo a los planes de desarrollo competencia de los Ayuntamientos. Quieres un ejemplo: vete a Getafe, revisa lo actuado por los últimos tres concejales de urbanismo, y te sorprenderás que los tres recalificaronm terrenos en los que ahora, oh, sorpresa, están construyendo constructoras de su propiedad.
Alaaa