Creo que la sociedad está peligrosamente ignorando las consecuencias de dar móviles a niños e incluso a bebés.
Estoy absolutamente convencido de que las causas de esto son mucho más devastadoras de lo que nadie pueda pensar. En 30 años lo veremos.
Yo de momento, a mi hijo de 4 años ni móvil ni tablet. Sólo libros, es lo que ve en casa y lo que le gusta. Y así esperamos aguantar hasta que se pueda, que por culpa de padres irresponsables que no quieren tener la “molestia” de criar a sus hijos, será no tardando mucho.
La presión social no la crean las marcas. La crean los papás cómodos.