Imagino que no soy el único que se ha dado cuenta de que en Montecarmelo ha surgido un nuevo deporte nacional al que yo denomino SALTO DE SEMAFORO EN ROJO.
La competición consiste en aguantar lo máximo posible el tiempo desde que el semáforo se ha puesto en rojo allá a lo lejos hasta que le cruzo (en rojo tambien) con el vehículo.
Estoy convencido de que hay apuestas encubiertas. Es que otra explicación no encuentro.
Simplemente son salvajes sin escrúpulos. Y me reservo otro tipo de calificativos.
Hasta que un dia tengamos un percance serio.