Agag quiere comprar el equipo Super Aguri de F1 .El yerno del ex presidente Aznar hace una oferta de 40 millones
Alejandro Agag, yerno del ex presidente del Gobierno José María Aznar y socio mayoritario del equipo Campos GP2 Team, está dispuesto a tener un equipo de Fórmula 1 lo más rápido posible. La noticia saltó días atrás en Italia, cuando la prensa transalpina aseguraba que Agag había hecho una oferta de 40 millones de euros a la escudería japonesa Super Aguri F1 para la compra de un paquete mayoritario de las acciones, aunque los nipones, que llevan tan sólo dos campañas en la máxima categoría del automovilismo, todavía no están dispuestos a vender. El yerno del ex presidente Aznar comenzó hace unos años una prometedora carrera en la Fórmula 1 cuando, siendo presidente del Grupo Popular Europeo, sacó de un buen lío a Bernie Ecclestone, patrón de la F1, con la Comisión Europea. Desde entonces el magnate británico ha compartido amistad e intereses económicos con Alejandro Agag. El gran negocio lo hizo en 2002, cuando compró los derechos de televisión de la Fórmula 1 en España y los revendió a Telecinco . De paso, se quedó con el control de los mensajes SMS durante las transmisiones, lo que le reporta pingües beneficios. También forjó una gran amistad con el patrón del equipo Renault F1, Flavio Briatore, con el que comparte de otros negocios. Pero Agag, que apenas habla en público y prefiere hacer los negocios sin levantar mucho revuelo, quiere más y su intención es hacerse con una escudería de Fórmula 1 a corto plazo. El primer paso ha sido comprar el equipo que el alcireño Adrián Campos posee en las GP2 Series, la segunda división automovilística. La noticia que adelantó Levante-EMV se confirmó el pasado 8 de julio en el GP de Gran Bretaña, cuando el yerno del ex presidente Aznar y el ex piloto valenciano de F1 anunciaban el acuerdo. Agag es el socio mayoritario del equipo y el alcireño su director deportivo. Pocos dudaron entonces que aquel movimiento era sólo un paso previo. Tres opciones Estos días ha saltado de nuevo la noticia. Alejandro Agag habría ofrecido 40 millones de euros al modesto equipo Super Aguri F1 -que cuenta como socio al imperio Honda- para comprar la mayoría de las acciones, aunque Suzuki Aguri, propietario de la escudería todavía no está dispuesto a vender, ya que al menos hasta 2010 tiene un buen colchón económico. Pero si no es Super Aguri, Alejandro Agag maneja otras dos opciones. La primera es la del equipo anglo-holandés Spyker F1, en la que milita el valenciano Adrián Vallés como piloto de pruebas. La escudería naranja no anda sobrada de dinero, como demostró recientemente subastando al mejor postor una de sus plazas de piloto titular, que al final fue para el japonés Yamamoto. Agag podría tentar al equipo con base en Silverstone con una oferta económica similar a la que ha hecho a Super Aguri, aunque Spyker F1 tiene menos recursos que los japoneses y necesitaría más dinero para ser competitiva.
La otra opción que maneja Agag es convertirse en socio del equipo Prodrive, que cuenta con una licencia para estar en la Fórmula 1 en 2008. David Richards, propietario de este proyecto, cuenta con el apoyo de McLaren para suministrarle monoplazas, escudería con la que, por cierto, Agag tiene muy buena relación y asesora en España.
La prensa italiana especulaba que Alejandro Agag cuenta con patrocinadores españoles como Repsol y Telefónica, además de la Mutua Madrileña, quienes podrían financiar alguna de estas operaciones.
Hace unos meses, Agag ya intentó poner en marcha uno equipo chino de F1, y es posible que ahora consiga su objetivo con bandera española, después de haber adquirido la mayoría de Campos Grand Prix.
www.ellevante-emv.com 12.08.07
UNA DE LAS INTERMEDIACIONES TOMADAS AL AZAR:
EL YERNO DE AZNAR INTERMEDIÓ EN LA TOMA DE CONTROL DE METROVACESA
Alejandro Agag ha intervenido en la mayor operación inmobiliaria actualmente en marcha. El yerno del presidente del Gobierno puso en contacto a mediados de 2002 a la cúpula de Bami, que controla el 23,9% de Metrovacesa, con el grupo italiano Caltagirone para estudiar la entrada amistosa de éste en la inmobiliaria. Pero las conversaciones acabaron sin éxito, y Caltagirone y otro grupo italiano lanzaron por sorpresa en enero una oferta hostil para hacerse con el 75% de Metrovacesa, a espaldas de Bami, que ve peligrar sus planes de fusionar ambas inmobiliarias para liderar el sector.
Agag no ha tardado mucho tiempo en pasarse de la política a los negocios, y además a los negocios de altura. Tras abandonar el pasado año sus cargos como eurodiputado del PP, secretario general del PP europeo y de la refundada Internacional de Centro, fichó por el Banco Portugués de Negocios y sus buenos servicios no se han hecho esperar. El esposo de Ana Aznar, hija del presidente del Gobierno, ha intermediado en la mayor operación financiera actualmente en marcha: el intento de toma de control de la inmobiliaria Metrovacesa.
El pasado 22 de enero, los grupos italianos Quarta Ibérica, presidido por Francesco Gaetano Caltagirone, y Astrim, una firma milanesa participada por diversas entidades financieras encabezadas por la del empresario Alfio Marchini, presentaban una oferta pública de adquisición por el 75% de Metrovacesa. Los italianos ofrecen 1.230 millones de euros y amenazan con dar al traste con los planes de Bami, la inmobiliaria española que, en junio de 2002, pagó 550 millones de euros al BBVA por el 23,9% del capital, creyendo que ese porcentaje le bastaba para controlar la sociedad.
Pero los ahora rivales estuvieron a punto de ser socios. Según fuentes cercanas a las negociaciones, a mediados de 2002, el vicepresidente de Bami, Ignacio López del Hierro, coincidió con Agag, que preparaba entonces su boda con Ana Aznar. El yerno del presidente del Gobierno ya había dejado su carrera política en el PP para trabajar en el Banco Portugués de Negocios, entidad que también ofrece servicios de banca de inversión. Según explican fuentes conocedoras de estas conversaciones, Agag y López del Hierro hablaron de una eventual fusión con Metrovacesa, que ya estaba bajo el control de Bami, y de la posibilidad de buscar un nuevo socio que entrara en el capital.
Tras varias reuniones con el presidente de Bami, Joaquín Rivero, que también preside Metrovacesa, Agag utilizó sus contactos y, como representante del banco portugués, le presentó una lista con varios grupos con los que podía asociarse. Entre ellos se encontraba Caltagirone, la quinta constructora italiana, presidida por Franco Gaetano Caltagirone, un empresario cercano al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y que la revista Forbes colocaba en el puesto 452º de la clasificación de los más ricos del planeta con una fortuna de 1.100 millones.
Alejandro Agag presentó a Rivero y Caltagirone, que se reunieron después del verano para negociar una posible compra por parte del italiano de hasta el 10% del capital de Metrovacesa, a cambio de que ésta comprara varios terrenos que Caltagirone tiene en Marbella y Mijas y en otras poblaciones de la Costa del Sol. Los italianos valoraron esos terrenos en unos 100 millones de euros, pero el precio y el canje por acciones de Bami le pareció excesivo a Rivero y las negociaciones se rompieron.
Según las citadas fuentes, el yerno de Aznar, que también mantiene buenas relaciones con el entorno de Berlusconi desde su etapa al frente del PP europeo, sólo intervino en la fase inicial de estos contactos, es decir, "en la parte amistosa", y no en la OPA (hostil a Bami), aunque no todas las partes implicadas comparten esta versión.
El 21 de enero pasado, cuando en Bami ya casi se habían olvidado las conversaciones con Caltagirone, las sociedades Astrim y Quarta volvieron a escena con una oferta hostil que ha puesto a Bami contra las cuerdas. En tanto, Agag se ha trasladado a Londres y se ha desvinculado completamente de la operación, según sus círculos más cercanos.
La guerra encarnizada por Metrovacesa, por la que compiten italianos y españoles, tardará al menos un mes en resolverse.( Febrero 03 )
OTROS NEGOCIOS VARIOPINTOS EN CIERNES